Mi viaje científico para alcanzar la excelencia en la ciencia
Silvia Adriana Estrada Álvarez
Explorar las maravillas de la ciencia fue algo que nació conmigo, mis padres reconocieron mi potencial y me facilitaron la condiciones para desarrollar mis habilidades. Durante mi adolescencia participé en olimpiadas nacionales obteniendo reconocimientos en ciencias y matemáticas.
Elegir ingeniería química como mi campo de estudio fue un paso natural, dada mi fascinación ya establecida por esta área. Sin embargo, el destino intervino y a tan solo un año de haber comenzado mis estudios en la Universidad del Valle de Guatemala, fui beneficiada por el programa de becas de la Repúblicade China-Taiwán.Estudié un año el idioma mandarín, un bachillerato y posteriormente una maestría en ingeniería química y de materiales en la Universidad de Ciencia y Tecnología del Sur de Taiwán (STUST).
Esta oportunidad marcó el comienzo de mi viaje científico global. Como la única hablante no nativa de chino y una de las pocas mujeres en mi clase, enfrenté barreras lingüísticas y culturales. Sin embargo, sobresalí graduándome como la cuarta estudiante mejor de mi clase de un grupo de 100. Gracias a mis esfuerzos la universidad me otorgó la oportunidad de profundizar en el tema de nanotecnología en el curso de verano organizado por la Universidad de Tokushima en Japón.
Después de ocho años de residir en ese país, me uní a la Universidad Johannes Kepler Linz, Austria, para mi doctorado en colaboración con STUST, marcando un momento significativo, que culminó en abril de 2023 con un puntaje sobresaliente acompañado de varios reconocimientos.
Actualmente trabajo para una alianza financiada por la Comisión Europea que busca la unificación de científicos, promoviendo igualdad y calidad de educación.
Mi viaje ha estado marcado por la resiliencia y la determinación. En cada momento y destino he dado lo mejor de mí, confiando en mis capacidades y encontrando la fortaleza para alcanzar lo que me he propuesto, sin perder de vista el éxito, que es, como dijo Rosalind Franklin, la mejora de la humanidad de hoy y del futuro. De la misma manera, estoy segura de que cada una de nosotras es capaz de alcanzar lo que nos proponemos.